Empiezo a escribir un blog en 2015 teniendo claro que no lo voy actualizar, vaya por delante, que lo de dejar blogs a medias lo hacemos todos.
No sé si escribo porque esta tarde no tengo nada que hacer, o para obligarme a conocer la historia de Belfast, la ciudad que me va a acoger unos días, pero escribo, al fin y al cabo. Las paredes de los barrios católicos y protestantes tienen pintado los testimonios de un conflicto que ha dejado unos 3500 fallecidos en Irlanda del Norte, y que irónicamente aquí ha pasado a la historia sencillamente como "the troubles". Treinta años en forma de murales conforman la mayor galería de arte abierto del mundo, y aprovechando que me entretengo en buscar qué significa cada uno, pues lo voy dejando escrito.
Héroes, víctimas, huelgas de hambre, mensajes de paz, belicismo, patriotismo, fútbol y realeza se entremezclan en las paredes de Belfast, donde aún existe un muro de la "paz" que separa el barrio católico de la protestante Shankill Road, para aprender de un fatal pasado donde disparos y explosiones se repartieron por las calles de la ciudad indiscriminadamente.